Lo que fue, lo que es y lo que puede ser arte.
Tenemos que primero dar un enfoque y valoración del arte, como acerca de su aplicación y campo de acción, diciendo que el artista da a luz con la ayuda de cualquier material y por medio de determinados instrumentos una imagen que no existía antes en el mundo que pueden captar nuestros sentidos. Procede al hacerlo como ya lo había dicho, según ciertas reglas y prácticas y el resultado puede recibir los rasgos propios de un ser independiente y capaz de irradiar efectos propios. Concebir, gestar y dar a luz son tres procesos que existen dentro de un mismo individuo que ejerce necesariamente gran influencia en la esencia, propiedades y efectos de la obra.
El hombre se hace consciente de sí mismo en el arte y se manifiesta a sí mismo a través de él y mediante el arte conquista, comenta y ordena la realidad. La obra creada sale de él, pero una vez separado del autor adquiere una posición propia, independiente nueva y autónoma, capaz de provocar efectos propios. Estas formas creadas por el arte plástico se convierten a su vez en realidad.
Las formas creadas por el arte plástico constituyen un mundo diseñado por el hombre, se contrapone al mundo natural, correspondiéndose uno a otro. Las obras de arte han sido estimadas y tenidas en cuenta, y dentro de ese pequeño mundo, lleno de lógica y orden se realiza un símbolo del universo, que puede hacernos intuir de lo que suponemos existe detrás de la existencia perecedera. El arte es un medio de hacer manifestarse lo que no tiene forma.
El arte halla, inventa y emplea símbolos, señales visibles, para expresar lo invisible, siendo diferente el grado respectivo de coincidencia de estos símbolos con la realidad perceptible dependiendo ello de las más diversas condiciones debidas a los distintos pueblos, tiempos y fases de desarrollo. Esos símbolos como tales pueden ser fáciles de interpretar, como ocurre con los jeroglíficos o a su vez pueden ser casi indescifrables.
El arte es un acto creador capaz de realizarse con tanta elocuencia desde un diminuto dibujo como en un gran cuadro. Es una reacción de nuestro espíritu, para la cual, la naturaleza es sólo un motivo, una ocasión, que pocas veces ofrece un arreglo perfecto. El artista debe escoger y agrupar con ciencia los elementos naturales, para conseguir un resultado hermoso.
Cuando se copia la realidad es preciso muchas veces añadir, eliminar o alterar; el ojo y el cerebro, elementos de la percepción, son mucho más importantes que el lienzo, el pincel o el objetivo de una cámara; de esta forma el acto de pintar, grabar, fotografiar o esculpir está basado en un estímulo emotivo que debe ser seguido por un pensamiento constructivo. Después viene la manera, estilo personal o fórmula instintiva y manual para plasmar la obra que la emoción impulsa.
La sensibilidad y la imaginación son los fundamentos básicos de la obra de arte; aunque la técnica constituya un factor preponderante, ésta tiene por sí misma una valoración artística. La obra sólo alcanzará un alto mérito artístico si el sentimiento ha sido comprendido y experimentado por los demás. La técnica es sólo un medio para que el observador sienta lo que siente el artista y así los comprendan. En conclusión “sin sentimiento y orden preconcebido, el arte no existe”.
En nuestra actualidad el espacio y la distancia se contraen gracias a novísimos medios de comunicación siendo el presente el futuro que ya ha comenzado. Se puede hacer arte con toda clase de cosas, en una combinación de medios, materiales y métodos, en un mundo de posibilidades de combinación de formas, en la que con los conocimientos crece el número de cosas incomprensibles en la que se vuelve dudoso para el mundo los términos, entre los que se hallan los de “obra”, “original”, “artista”, y “arte”.
Pareciera que la pintura hubiese perdido su primacía en vista de la multiplicación de nuevas presentaciones visuales de objetos, instalaciones, cinética, multimedia y otros medios combinados, viendo la realidad sin transformación ni configuración del medio orgánico y técnico, de cosas puramente ideadas frente a las realizaciones materiales absorbidas a veces a la pura especulación.