martes, 24 de mayo de 2011

Pintura contemporánea - Tercera parte (comentario)

LA PINTURA CONTEMPORÁNEA

Vanguardismo, Modernismo, Cubismo, Futurismo, Expresionismo, Fauvismo, Surrealismo, Constructivismo, Abstraccionismo, Conceptualismo, Dadaísmo, Informalismo, Minimalismo, Purismo, e incluso el impresionismo, más otras muchas palabras o términos que podría mencionar, podrían ser enunciadas dentro de un orden casi riguroso, de acuerdo a como se fueron desarrollando o dando a lo largo de la historia, aunque en muchas veces en algunos casos, se hayan dado en forma simultánea o paralela, estos estilos, movimientos o corrientes, como se han llegado a determinar a algunos de ellos, son los protagonistas principales de las nuevas tendencias dadas a partir del siglo XX.
Para su estudio y comprensión es casi obligatorio según los especialistas, destacar en dos grandes e importantes períodos, la aparición de estas vanguardias, unas llamadas las primeras que se sucedieron hasta el advenimiento de la segunda guerra mundial desde mediados del siglo pasado, y las corrientes que surgen desde la segunda posguerra hasta nuestros días.
La intención de presentar en este blog las obras de artistas que pertenecen a diferentes movimientos, corrientes o estilos, desarrolladas durante la época o etapas en cuestión, indiferente de los medios, técnicas u otros factores que emplean para sus ejecuciones, es la de proporcionar al espectador la esencia del efecto puramente visual que genera la pintura  como una de las formas de expresión clasificadas dentro de las artes plásticas.
Todo esto con el objeto fundamental y claro de que estas vanguardias se dieron con el único animo consciente o inconsciente de lograr o buscar una ruptura  con respecto a lo que se venía dando en épocas pasadas, aunque personalmente estoy seguro si no convencido, que por naturaleza el hombre es un ser inconforme y que una vez solucionadas sus inquietudes, gustos, y agotados todos sus recursos, se lanza en altamar  con espíritu guerrero y aventurero a experimentar con el ánimo o propósito de encontrar y proponer nuevas cosas haciéndolo un ser en evolución constante en cuanto al progreso y desarrollo tanto individual como colectivo, no siendo en las artes la excepción, ya que se hace más obligado porque su función es precisamente la de crear o recrear obras que surgen o nacen de un sentimiento profundo engendrado desde una idea o simplemente una emoción.
Por otra parte, otro de los objetivos de presentar las imágenes de estas obras es precisamente el de mostrar elementos coherentes que caracterizan un único concepto según lo comentado en un principio, como es el caso de no representar objetos o formas reconocidas consideradas como reales a nuestra vista dadas por el entorno directo.
Para responder cualquier duda o interrogante que estas obras puedan generar en relación a sus autores y en su conjunto, aclaro que fue una selección independiente de la obra en general de cada uno de los artistas, ya que en alguno de ellos se dan dentro de una amalgama acumulativa de estilos que los hacen propios y que no los caracteriza de forma generalizada con respecto a todo su trabajo artístico, sino que haciéndolos libres eligen la forma de expresar sus ideas como sentimientos, plasmandolas algunas veces dentro de los límites de lo abstracto hasta lo más figurativo posible, así como en otros se definen identificándose total  y claramente dentro de lo absolutamente no figurativo, la cual despertaron de ese modo mi curiosidad al reflexionar sobre la representación abstracta, concebida como fundamento  esencial de la pintura contemporánea, refutada o puesta en tela de juicio por la anarquía de muchos representantes de la tendencias catalogadas como tradicionales, de los observadores comunes y del ojo crítico de algunos especialistas teóricos negándoles por cualquier razón, el ser auténticas obras de arte.
Este pensamiento moderno puede de alguna manera en todas sus manifestaciones pictóricas, ser el corazón o eje primordial de la producción vanguardista y de tiempos venideros. Es por eso que artistas opositores y en sus especialidades no pictóricas recurren precisamente a buscar y experimentar nuevas herramientas que pueden ser clasificadas o catalogadas en un nuevo o no, movimiento plástico, donde solo prima la idea o materiales no comunes que propicien resultados opuestos en contra de cualquier medio de expresión común muchas veces pretexto de su propia justificación.
Es preciso destacar entonces para concluir, que el motivo del espíritu investigador e innovador del artista no es resultado solo el de su inconformidad o inquietud que lo convierte en un guerrero aventurero, ni tampoco solo el de romper esquemas que hasta el momento se han dado de manera individual o colectiva, sino que posiblemente y más seguro se debe a respuestas por factores externos que influyen en una nueva visión interior, generado por la política, la economía, la sociedad y la cultura de cada época, región, comunidad o tiempo determinado que cada vez se hace  más globalizada.

JKO.